Puente de diciembre de 2008. Recibo una llamada inesperada que me dice que están aquí, en mi barrio, que han aparcado al lado de un restaurante turco a dos calles de mi casa, que han venido a verme de repente, que han cogido el coche y se han echado kilómetros a la espalda.

Esa noche costaría mucho, muchísimo encontrar un lugar donde dormir. Nos perdimos en lo que parecían cientos de circunvalaciones. Al final, llegamos a Getafe y, el resto, es historia.

31 de enero de 2009, sábado. Un piso pequeño en Lavapiés, vacío y sin muebles. Un par de bolsas de ropa en un rincón, un colchón tirado en el suelo. Vestido para salir, reviso que llevo las llaves de mi nueva casa y, en el fondo, me da pena no disfrutar de mi primera noche en soledad. He quedado con algunos del Máster en ir a un garito y, la verdad, hace mucho que no salgo de copas. Reviso por última vez en mi plano de Metro dónde está  Iglesia, esa parada tan exótica. Salgo a la calle y, el resto, es historia.

3 de agosto de 2009. Madrid a nuestros pies, casi ya vacío del todo. Una fiesta de cumpleaños en el Parque del Oeste. Alicantinos, granadinos, catalanes, italianos, aragoneses y, el resto, es historia.

14 de Junio de 2010. Entre Roma y Alicante, elegí Alicante, para quedarme casi dos años. La Plantá. Unas llaves y una casa prestada y, el resto, es historia.

8 de febrero de 2012. Una agencia de publicidad convoca un curso para jóvenes talentos. Me seleccionan. Con gran esfuerzo puedo aprender de los mejores. Estoy dentro, vuelvo a la carga y, el resto, es historia.

6 julio de 2013. Un Orgullo, un gran Orgullo, el mejor Orgullo de todos. Un soldado que tira su uniforme al llegar a Atocha, una fiesta en la calle Manzana. Nuevos amigos, nuevas experiencias y, el resto, es historia.

Nochebuena de 2013. Una rueda pinchada en la M45. Grúas, amigos.Una ciudad bajo la lluvia. Una discoteca llena de parias de la tierra, y, el resto, es historia.

8 de Octubre de 2015. Recibo un mensaje de texto. Ya nos esperan para cenar, están por el barrio y tengo que vestirme rápido. Carlos me comenta distraído que ya es tiempo de sacar la bata del armario. Salimos a la calle, y el, resto, es historia

Hoy se cumplen 7 años desde que llegué a Madrid y quería compartirlo con vosotros de esta manera. Difícil elegir solo siete momentos.

Lo importante, desde luego, es haber conocido a toda la gente maravillosa que esta ciudad me ha dado.

Y, el resto, será una bonita historia